Versículos bíblicos sobre Consuelo

Yo lo desperté en justicia, y enderezaré todos sus caminos; él edificará mi ciudad, y soltará mis cautivos, no por precio ni por dones, dice Jehová de los ejércitos.

Yo voy el camino de toda la tierra: esfuérzate, y sé varón.

Guarda la ordenanza de Jehová tu Dios, andando en sus caminos, y observando sus estatutos y mandamientos, y sus derechos y sus testimonios, de la manera que está escrito en la ley de Moisés, para que seas dichoso en todo lo que hicieres, y en todo aquello á que te tornares;

Y entonces se mostrará la señal del Hijo del hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del hombre que vendrá sobre las nubes del cielo, con grande poder y gloria.

EL Dios de dioses, Jehová, ha hablado, y convocado la tierra desde el nacimiento del sol hasta donde se pone.

Mas á Anna daba una parte escogida; porque amaba á Anna, aunque Jehová había cerrado su matriz.

Mis razones declararán la rectitud de mi corazón, y mis labios proferirán pura sabiduría.

También sobre su cama es castigado con dolor fuerte en todos sus huesos,

Todos los que están conmigo te saludan. Saluda á los que nos aman en la fe. La gracia sea con todos vosotros. Amén. A Tito, el cual fué el primer obispo ordenado á la iglesia de los Cretenses, escrita de Nicópolis de Macedonia.

En el año del jubileo, volverá la tierra á aquél de quien él la compró, cuya es la herencia de la tierra.

Y si dijere: No me agradas: aquí estoy, haga de mí lo que bien le pareciere.

Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí; y no me acordaré de tus pecados.

¿No tenemos potestad de traer con nosotros una hermana mujer también como los otros apóstoles, y los hermanos del Señor, y Cefas?

¿O sólo yo y Bernabé no tenemos potestad de no trabajar?

Pues de su grado han dado conforme á sus fuerzas, yo testifico, y aun sobre sus fuerzas;

De manera que exhortamos á Tito, que como comenzó antes, así también acabe esta gracia entre vosotros también.

¿Quién es ésta que sube del desierto, recostada sobre su amado? Debajo de un manzano te desperté: allí tuvo tu madre dolores, allí tuvo dolores la que te parió.

La bestia del campo me honrará, los chacales, y los pollos del avestruz: porque daré aguas en el desierto, ríos en la soledad, para que beba mi pueblo, mi escogido.

Y en la ley Moisés nos mandó apedrear á las tales: tú pues, ¿qué dices?

DIOS, Dios mío eres tú: levantaréme á ti de mañana: mi alma tiene sed de ti, mi carne te desea, en tierra de sequedad y transida sin aguas;

Por heredad he tomado tus testimonios para siempre; porque son el gozo de mi corazón.

Rociad, cielos, de arriba, y las nubes destilen la justicia; ábrase la tierra, y prodúzcanse la salud y la justicia; háganse brotar juntamente. Yo Jehová lo crié.

Porque la ley constituye sacerdotes á hombres flacos; mas la palabra del juramento, después de la ley, constituye al Hijo, hecho perfecto para siempre.

¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré á ti, según el tiempo de la vida, y Sara tendrá un hijo.

Ni tendré misericordia de sus hijos: porque son hijos de fornicaciones.

Oh Jehová, Señor nuestro, ¡cuán grande es tu nombre en toda la tierra!

Abominación es á Jehová el camino del impío: mas él ama al que sigue justicia.

Por mí hice juramento, de mi boca salió palabra en justicia, y no será revocada: Que á mí se doblará toda rodilla, jurará toda lengua.

Y edificó allí un altar, é invocó el nombre de Jehová, y tendió allí su tienda: y abrieron allí los siervos de Isaac un pozo.

Jehová Señor, fortaleza de mi salud, tú pusiste á cubierto mi cabeza el día de las armas.

Y él le respondió: Yo no iré, sino que me marcharé á mi tierra y á mi parentela.

Mas si el santificante redimiere su casa, añadirá á tu valuación el quinto del dinero de ella, y será suya.

Porque Jehová me dijo á mí de esta manera: Como el león y el cachorro del león brama sobre su presa, y si se llega contra él cuadrilla de pastores, no temerá por sus voces, ni se acobardará por el tropel de ellos: así Jehová de los ejércitos descenderá á pelear por el monte de Sión, y por su collado.

Y yo descenderé y hablaré allí contigo; y tomaré del espíritu que está en ti, y pondré en ellos; y llevarán contigo la carga del pueblo, y no la llevarás tú solo.

¿Quién midió las aguas con su puño, y aderezó los cielos con su palmo, y con tres dedos allegó el polvo de la tierra, y pesó los montes con balanza, y con peso los collados?

Días sobre días añadirás al rey: sus años serán como generación y generación.

Y decía yo en mi premura: Cortado soy de delante de tus ojos: tú empero oíste la voz de mis ruegos, cuando á ti clamaba.

No creáis en amigo, ni confiéis en príncipe: de la que duerme á tu lado, guarda, no abras tu boca.

Con él estaba yo ordenándolo todo; y fuí su delicia todos los días, teniendo solaz delante de él en todo tiempo.

SÁLVAME, oh Dios, porque las aguas han entrado hasta el alma.